Resumen Comunitario

Corcovada es un barrio ubicado en las montañas del municipio de Añasco, Puerto Rico. Esta comunidad tiene aproximadamente 600 habitantes y parte de la comunidad ha estado organizada por más de 40 años. Su sentido de unión, trabajo y solidaridad tiene sus semillas en 1960’s cuando un sacerdote llegó a la comunidad y comenzó a fomentar los valores de la organización comunitaria para sus necesidades en aquel momento. En aquel entonces, 35 familias se unieron con el sacerdote para construir un camino de acceso por su ubicación geográfica y un acueducto comunitario (también conocido como sistema de agua potable no AAA) debido a su escasez de agua.

Con la creación del acueducto comunitario, la comunidad de Corcovada oficializó su organización comunitaria sin fines de lucro en 1990 al crear el Comité Comunal de Corcovada Inc., que administraría el acueducto y otras necesidades de la comunidad. Hoy, Corcovada cuenta con dos acueductos, que atienden a 165 familias y una toma de agua externa gratuita para cualquier comunidad cercana que pueda necesitar dichos recursos.

El comité comunal tiene un alto nivel de organización. Los miembros se reúnen una vez al mes y celebran asambleas cada 6 meses. El comité está dividido en subcomités que se encargan de diferentes actividades, como el mantenimiento del acueducto y la organización de sus famosas Fiestas de Reyes cada mes de enero.

En cuanto al manejo, la comunidad ha creado un comité que utiliza el dinero del depósito de agua para el mantenimiento del acueducto y otras infraestructuras de la comunidad como el acceso a la carretera, parque de béisbol, cancha de baloncesto y centro de actividades. A través de actividades y propuestas comunitarias han logrado recibir fondos del municipio, legisladores y la Oficina de Comunidades Especiales (OCE), entre otros.

Los miembros de la comunidad han declarado la importancia de la autogestión y cómo “no se sientan a esperar pa’ que nadie llegue” en múltiples emergencias en su comunidad. Por ejemplo, recuperaron una escuela primaria del vecindario (que fue cerrada por el departamento de educación) y la transformaron en un gimnasio comunitario, una oficina del comité, un centro de cómputo y un área de salud para médicos visitantes o enfermeras practicantes (Jimenez , 2017). Además, su organización ha sido amenazada por reglamentos ambientales para reemplazar el acueducto por el que otorga la AAA para “asegurar la calidad del agua”; sin embargo, la comunidad se ha rehusado ya que el acueducto se ha convertido en mucho más que agua para sus residentes, es un símbolo de su unión para trabajar por las necesidades de la comunidad.